Nuestra historia

Somos un pequeño grupo de familias que vivimos en una reserva ecológica de bosque de niebla en Huatusco, Veracruz. Todos hemos ido llegando en distintos tiempos y de formas diferentes, cada uno trayendo sus propias experiencias y saberes. Buscamos una vida tranquila en la naturaleza y un modelo de vida más sostenible. Algunos llegamos aquí inspirados por la visión de las Cañadas y otros traían su propia inspiración.

Los retos que nos ha puesto por delante esta forma de vida nos han llevado a ir organizándonos. En momentos como dios nos da a entender: de manera intuitiva, caótica; en otros de manera muy puntual y ordenada. Hemos pasado por tiempos de creación conjunta muy comprometida como la construcción de una escuela rural o el apoyo mutuo en los diferentes predios y otros donde cada quien se ha centrado en sus propias necesidades y proyectos. Hemos vivido momentos en donde compartimos la crianza de los hijos de manera casi absoluta y otros en donde no nos vemos ni el polvo. Hemos compartido sueños y diferido en formas. Hemos trabajado en la creación de esta eco-aldea con ahínco y casi nos hemos olvidado que eso es lo que estamos haciendo. Algunos tenemos que salir a trabajar fuera, otros nos tenemos que ausentar por largos periodos y otros tenemos la fortuna de poder trabajar aquí. Aún discutimos (y discutiremos) sobre las líneas que dividen lo personal y lo familiar de lo comunitario, aún nos lleva mas tiempo organizarnos que desorganizarnos, aún nos es muy difícil sostener algunas prácticas y acuerdos; Sin embargo aquí estamos, aquí seguimos sin quitar el dedo del renglón. Tomándonos, soltándonos y volviendo a tomarnos una y otra vez.

La realización de los sueños es posible, la creación de la comunidad es posible. Se requiere creer, se requiere valor, se requiere amor, se requiere necedad, se requiere compromiso, se requiere trabajo personal continuo, se requiere intención de entenderse, de respetarse, de ayudarse, de crecer juntos, de no tirar la toalla, se requiere un sueño compartido, una visión de futuro posible y sí, eso lo tenemos. Esta crisis que nos trajo la pandemia nos lo dejó muy claro. Hoy mas que nunca sabemos lo que tenemos, mas que eso, sabemos que nos tenemos y que justo en nuestras diferencias radica nuestra riqueza.

Podemos decir que somos muchas cosas pero que lo que más somos es una comunidad en construcción, en crecimiento, en transformación constantes y para estar muy a la moda diremos también que en transición.

Ciertamente lo que vemos es la posibilidad de trascender la individualidad moderna creando juntos proyectos de bienestar duraderos, compartiendo nuestros recursos, habilidades, talentos y experiencias para llevar una vida creativa, digna, justa, productiva y plena.

Abrazamos los principios de la sostenibilidad, la vida ecológica, la sencillez y el respeto a todos los seres vivos.

Practicamos la educación alternativa, la salud holística, la economía solidaria y fomentamos la expresión de la singularidad de todo ser humano.

Creemos que es de suma importancia trabajar continuamente en nuestras relaciones por lo que compartimos comidas, ceremonias (temazcal, ofrendas), círculo de mujeres, solsticios, equinoccios, siembras, cosechas, lunas y eventos de la vida cotidiana pero sobre todo la práctica de una comunicación honesta, constructiva, compasiva - no violenta.

Creemos que es muy importante caminar hacia la soberanía alimentaria por lo que hemos adoptado prácticas agro-ecológicas. No utilizamos agroquímicos ni venenos - usamos compostas, orina, abonos verdes, pulpa y estiércol para mejorar la tierra y fertilizar las plantas.

Hemos adoptado eco-tecnologías y medidas de conservación . Captamos agua de lluvia, utilizamos baños ecológicos, generamos energía renovable, entre otras cosas.

Los que tienen bosque lo han conservado y otros han sembrado árboles nativos y permitido la regeneración natural. El resultado es que nuestros predios están en mejores condiciones ahora, que hace una o dos décadas, cuando eran pastizales degradados. El área arbolada ha aumentado desde entonces y han regresado los coyotes y los gavilanes entre muchas otras especies de flora y fauna.

El siguiente paso, en este sentido, es asegurar que las buenas intenciones y esfuerzos continúen . Hasta ahora todo se basa en nuestro compromiso personal y acuerdos apalabrados. Hace falta formalizar y legalizar nuestras intenciones y acciones de manejo sostenible y conservación, para proteger el bosque, tierra, flora, fauna y agua. Para lo cual estamos tramitando una servidumbre ecológica colectiva, con la ayuda de PRONATURA. Un tipo de "reserva productiva ecológica" para proteger el "Patrimonio Natural de Huatusco". 

Ecoaldea Tierra de Niebla | 2019 | Bienvenido a la montaña
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